ESTAMBUL

ESTAMBUL
ENTRE DOS CONTINENTES, ENTRE DOS CULTURAS

Bizancio y Constantinopla, nombres con solera histórica, que hoy se traducen como "Estambul", la ciudad más poblada de ¿Europa?, sí de Europa, pero con una parte (y grande en Asia), sólo tres ciudades en el mundo están situadas a medio camino entre los dos continentes, pero la mayor de ellas es ésta y también la más celebre y sin duda la más bella. Sin embargo no es la Capital de Turquía, como muy a menudo se la reconoce, ya que la capital de la nación es Ankara, pero sí que es verdadera capital comercial de Turquía.

En la imagen de arriba, la pequeña pero bella mezquita de Ortakoy también conocida como mezquita de Mecidiye, que fue diseñada por arquitectos armenios que eran padre e hijo, esta mezquita que aún situada en Europa, desde sus cercanías existe un puente que nos lleva a la otra zona de la ciudad situada en Asia. El paisaje por tanto que está en el fondo de esta imagen es Asia, mientras que en la orilla de la mezquita es Europa. Hay que señalar que desde el cercano palacio de Beylerbeyi venían a esta mezquita los miembros de la familia imperial a rezar.

Uno de los puntos fuertes turísticamente e históricamente hablando de Estambul, es el famoso palacio de Topkapi, situado en la otra orilla pero también en la parte europea. Estambul está situada en tres zonas separadas por el Bósforo, dos son Europeas y una Asiática. Este palacio fue hasta el año 1853 sede administrativa del Imperio Otomano, ya que ese año el Sultán decidió trasladarse a vivir al Palacio de Dolmabahce.

Para ir del Palacio de Topkapi al de Dolmabahce, hay que cambiar de orilla pero no de continente, ya que ambos están en el lado europeo, pero el lado europeo está cruzado por un trozo de Bósforo, el famoso cuerno de oro. y al igual que el camino iniciado por el Topkapi era la residencia del sultán y así fue hasta el 1922. Este palacio fue construido siguiendo cánones neobarrocos europeos, y entre sus inspiraciones siguieron prototipos del palacio de Versalles de París entre otros. Muy interesante su impresionante harem. Como curiosidad decir que catorce toneladas de oro, se utilizaron para decorar sus techos, y que la Reina Victoria de Inglaterra regaló la mayor araña (lámpara) de cristal de bohemia que tiene un peso de cuatro toneladas y media. Este palacio ha sido testigo de la modernización del país, en cuanto pasó de ser residencia de sultanes, a ser residencia del primer presidente de la república considerado el padre de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk vivió también en esta residencia e incluso falleció en ella.

Rumeli Hisari ó Castillo de Rumelia, es una gran fortaleza que está en las afueras de Estambul, a orillas del Bósforo, Construida en el año 1451, y poco queda de lo que fue siglos atrás.

Palacios no le faltan a Estambul, ya que aparte de los ya vistos, existe éste pero está situado en la costa asiática, se trata del Palacio de Beylerbeyi. Al igual que la mezquita de Ortakoy, a su lado está el famoso puente del Bósforo que separa Asia de Europa y viceversa. Este palacio era utilizado como residencia de verano por la familia imperial y en él se hospedaban los jefes de estado que visitaban Estambul.

También en la parte asiática de Estambul está la población de Uskudar, y en ella tal vez uno de los puentes fuertes para visitar esta población está en visitar la mezquita de Mihrimah, que fue nombrada así en honor de la hija de Suleiman el Magnífico, que fue quién financió la construcción de esta magnífica mezquita otomana. Ojo con el nombre de esta mezquita existe otra, que está situada cerca de San Salvador de Chorda en la otra zona europea de Estambul.

Viajar a esta Estambuel asiática es dar un paso en el tiempo y en las formas. Se nota que nos encontramos en otra Estambul, la gente es diferente y la forma de vida y el paso del tiempo se marcan por otros ritmos.

Una de las visitas más curiosas en la parte de la Estambul asiática es a esta mezquita favorita que es la única del mundo diseñada y decorada por una mujer. Sus formas futuristas la delatan, y desde luego es digna de elogio. Se encuentra bastante alejada del centro por lo que es difícil dar con ella si uno pretende moverse por su cuenta. Se trata de la mezquita de Sakirin.

Pero moverse uno por su cuenta tiene también su recompensa, ya que fue imposible regresar en autobús y no tuve más remedio que hacerlo andando, el trayecto me regaló algunos rincones muy típicos de esta zona, como esta pequeña fuente.

Interesante el mercado que existe en el puerto y que está dividido depende del género. Uno de especies, otro de verduras y frutas y el más sorprendente el de pescado.

Pero es hora de regresar a Europa, y en el trayecto en barco, la brisa del Bósforo nos refresca por un lado, y por otro facilita el planeo a las numerosas gaviotas que vuelan por esta zona, creando estampas bellísimas, como esta gaviota sobrevolando el mar y con el Topkapi y la impresionante Haya Sophia al fondo.

Una vez de nuevo en el territorio europeo de esta ciudad, la vida sigue.... los viandantes se dejan limpiar sus zapatos o botas....

El mercado de las especies sigue su rutina y su murmullo de gentes que vienen de todos los lugares del planeta y por supuesto de la enorme presencia de personas de la ciudad en busca de las especias.

Y mientras el sol que se intenta colar por una de las puertas laterales del zoco. Aquí para los que les gustan las compras tienen su propio paraíso. De hecho el Gran Bazar de Estambul es considerado uno de los mercados más antiguos y más grandes del mundo, visita imprescindible para comprar joyas, ropa o artesanía y aquí es donde podemos ver miles de lamparas turcas con cientos de colores, que da un ambiente único a este gran bazar que posee 22 puertas y está a lo largo de nada menos que 64 calles. Se trata de una visita ineludible en Estambul.

En esta ciudad el fútbol está presente y se vive con gran pasión, uno de los equipos es el Galatasaray. Y por supuesto sus hinchas cuelgan banderas por las calles de Estambul.

Estambul al igual que Atenas, Roma y Lisboa también posee siete colinas, por tanto al igual que las ya citadas son ciudades de siete colinas. Una de ellas, la tercera concretamente está coronada por una impresionante mezquita que es la de Suleiman el Magnífico. Es la mayor de las mezquitas en Estambul, y si esto no fuera excusa suficiente para visitarla desde el exterior de la mezquita se puede disfrutar de una de las vistas más espectaculares de Estambul.

Esta Mezquita fue construida por Mimar Sinan que era el arquitecto imperial en 1550. Mimar Sinan es considerado el "Miguel Angel" otomano. Sufrió un incendio en 1.660, y si eso no fuera suficiente unos cien años después un terremoto hizo que su cúpula fuera destruida. La bóveda fue recuperada ya por arquitectos europeos durante el siglo XIX.

Si a uno le gusta andar largas distancias, Estambul es la ciudad ideal. Está llena de sorpresas, y si uno se aleja un poco del centro se puede encontrar paisajes urbanos sorprendentes. Otra de las colinas de Estambul es la que alberga un enorme cementerio, arriba el famoso "café perloti" y justo debajo una mezquita que si bien no es visitada por los turistas, es muy importante para los musulmanes. Se trata de la mezquita de Eyup, y fue la primera mezquita construida por los turcos otomanos cuando conquistaron Constantinopla. Esta mezquita se ha convertido en un importante lugar de peregrinación ya que Abu Ayyub al-Ansari que fue el adalid del profeta Mahoma falleció durante el ataque a Constantinopla en el año 670 y es donde está enterrado.

Las vistas desde lo alto de esta colina son impresionantes. Perfectamente identificables en esta imagen están las mezquitas de Haya Sophia (fondo) y de Soleiman el Magnífico (centro).

Pero es hora también de volver al otro lado europeo de la ciudad. De un lado podemos ver a lo lejos la famosa Torre Gálata, auténtico icono de la ciudad de Estambul y antiguo faro.

Su centro más comercial es la Plaza Taksim, auténtico corazón de la ciudad, pero para ir a ella hay que recorrer algunas calles que hacen la función de arterias que nos llevarán al corazón de la ciudad....

En el mismo centro neurálgico de la ciudad, se halla un monumento de bronce con la figura del padre de la moderna Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, por un lado como militar (imagen de arriba) y por el otro de civil.
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Mustafa Kemal Atatürk nació en lo que hoy es la segunda ciudad de Grecia, pero que en 1881 fecha de su nacimiento pertenecía al imperio Otomano a la Grecia Otomana. Derrotó al Sultán, el último sultán de Turquía y entonces tomó el poder del país por lo que se convirtió en Presidente del país. Hoy día se le recuerda en numerosos monumentos en su honor.

Mustafa Kemal Atatürk cerró todas las escuelas religiosas del país, adoptó una constitución, prohibió el velo en las mujeres y los turbantes en los hombres adoptando costumbres occidentales. En el año 1928 declaró el estado laico y cambió el día de descanso del viernes al domingo. Hoy Turquía es un país fundamentalmente musulmán, en todo caso existen minorías cristianas y judías. Una de las iglesias más importantes de Estambul y concretamente la más grande es la dedicada a San Antonio y que está muy cerca de la Plaza Taksim. En ella nos da la bienvenida una estatua de acero dedicada al Papa Juan XXIII, que entre otros idiomas hablaba turco y le llamaban el Papa turco, fue embajador de la Santa Sede en Turquía y el habitualmente predicaba en esta iglesia.

Los transportes públicos en Estambul son un gran alivio para el viajero y son bastante recientes el metro de la ciudad con cómodas conexiones. Pero para algunas zonas es imprescindible desplazarse en barco entre las dos zonas europeas y principalmente con la zona asiática de la ciudad. El puerto de Eminonu (en la imagen arriba) tiene mucho ambiente de gente que va y viene y es bastante pintoresco.

Un secreto escondido de Estambul son sus pequeñas mezquitas, algunas de ellas más desconocidas, aunque hay que reconocer que la denominada como "pequeña Haya Sofia" cada vez es más visitada. Se trata de una antiquísima iglesia dedicada a San Sergio y posteriormente se convirtió en mezquita. Hoy sigue habiendo culto en ella. Para saber más pincha en este enlace

Pero si hay algo abundantemente en Estambul son sus bellas mezquitas, algunas muy grandes como la de Sultanahmet también conocida como Mezquita Azul. Fue realizada por un discípulo del célebre Minan Simam, Cabe destacar que es una mezquita un poco especial, ya que posee 6 minaretes cuando lo normal son cuatro.

Su magnífico interior está repleto de espectaculares azulejos de cerámica de Iznik, Ahmed I ordenó construir esta gran mezquita para apaciguar los ánimos de Alá, debido a las guerras y sus malos resultados. Anteriormente este terreno que hoy ocupa la mezquita era el Gran Palacio de Constantinopla. Su construcción se comenzó en 1609.

Justo enfrente de la Mezquita Azul, se encuentra otra gran joya arquitectónica de Estambul, la también impresionante Hagia Sophia o Santa Madre Sofia, que empezó siendo una espectacular iglesia patriarcal ortodoxa, para luego convertirse en mezquita.

Desde su construcción en el año 360 hasta 1453 fue una importantísima catedral ortodoxa, aunque durante ese tiempo y por un no muy largo periodo también fue catedral de culto católico. Pero en cuanto el imperio Otomano conquista Constantinopla en 1453 es transformada en mezquita.

Impresionante sus columnas, su arquitectura y su rica decoración en mosaicos de su época cristiana. En el año 1931 deja de ser mezquita y cuatro años más tarde hasta hoy se transforma en un museo cuya visita es obligatoria, para entender que Estambul no sólo es un cruce de continentes sino también de religiones.

Aunque para nada grande, sino todo lo contrario, discreta y de tamaño más bien pequeño la mezquita de Rüstem Pasa, es una visita obligada para ver sus impresionantes azulejos de Iznik con motivos principalmente florales con repetitivas representaciones de la flor símbolo de Turquía, el tulipán, que aunque lo solemos asociar con los Paises Bajos, flor que adoptó el país europeo pero que llegó de Turquía. Además volviendo a la mezquita, la construyó el famoso Mimar Sinan en 1561.

Y de mezquitas pasamos nuevamente a iglesias, así es Estambul...  La iglesia de Santa Irene data del siglo VI, fue sede del Patriarcado de Constantinopla.

En el siglo VIII resultó dañada por un terremoto. Constantino V ordenó su restauración. Es evidente que Estambul tiene una colección de religiones tanto en su pasado como en su presente. Por ejemplo también posee una de las iglesias ortodoxas autocéfalas de las quince que existen, o dicho de otra manera se trata de la iglesia católica apostólica ortodoxa, que es la segunda iglesia cristiana más numerosa del mundo después de la católica.

La catedral Patriarcal de San Jorge de Estambul, es donde tiene la sede el Patriarca de esta religión ortodoxa y es sede del Patriarcado Ecuménico de  Constantinopla desde el año 1600. El patriarca de esta Catedral es el sucesor del Apóstol San Andrés que la fundó(hermano de San Pedro, que su sucesor es el Papa Católico). De hecho ambos jefes de iglesia se han visto en esta Catedral, en una ciudad mayoritariamente musulmana.

Y para lo último dejamos tal vez lo más sorprendente, y para ello deberemos visitar una antigua iglesia bizantina de gran belleza donde podemos disfrutar de sus espectaculares mosaicos y frescos bizantinos. Conocida como San Salvador de Chora, aunque su nombre real es San Salvador de Cora. Esta situada al lado de la entrada principal de la muralla de Teodisio. En el siglo XVI con la llegada de los Otomanos fue convertida en mezquita y en el año 1948 fue transformada en el museo que es hoy.

Su origen data del siglo VI ya que había en este lugar un monasterio con los restos de San Babilas. Ha sufrido dos grandes terremotos uno en el año 557 y otro a principios del siglo XII que derrumbó una buena parte del templo. La mayoría de lo que hoy podemos admirar en su interior estaría datado entre los años 1000 y 1100. Cuando esta iglesia pasa a ser mezquita, debido a que el Islam prohibe representar al hombre, se cubrieron todos los frescos y mosaicos con una capa de yeso sin destruirlos, motivo por el que hoy todavía se conservan en relativamente buen estado teniendo en cuenta la gran cantidad de terremotos que han sufrido. En 1948 cuando dejó de ser mezquita, se restauraron y pudieron ver nuevamente la luz estos impresionantes mosaicos y frescos religiosos.

Dejando ya de lado las mezquitas, catedrales e iglesias, seguimos viendo cosas por Estambul, cosas siempre hay para ver en esta ciudad. Un edificio curioso enmedio del mar que divide las tres zonas de Estambul es esta torre denominada Torre de la Doncella o Torre de Leandro. Esta torre es dueña de dos leyendas que evocan sus dos nombres. Una de las dos leyendas habla sobre un Emperador Bizantino que habría encerrado allí a su hija para protegerla de algún mal que presagiaban los oráculos, sin embargo una serpiente que apareció en la Torre hizo que el augurio se llevase a cabo y la doncella falleció. Mientras que el nombre de Leandro vendría de una leyenda mítica que habla de la relación entre Leando y Hero que era una sacerdotisa que cada noche encendía una hoguera y Leandro cruzaba el Bósforo a nado, hacia la llama, sin embargo una noche de gran tormenta la llama se apagó y Leandro murió desorientado en el mar. Este edificio que hoy día es un restaurante de lujo, durante el siglo XVI fue un faro, aunque en su dilatada historia ha servido para otros menesteres como puesto de aduanas, casa de retiro de oficiales o hasta de cuartel de inspección de la marina turca.

En Estambul hay mas de sesenta cisternas en su subsuelo, mientras que un espectacular acueducto exterior atraviesa algunos puntos de la ciudad, es el llamado Acueducto de Valente. Siempre se tuvo temor que uno de los numerosos ataques que había sufrido esta ciudad pudiese destruir el famoso acueducto y por tanto para evitar quedarse sin agua se construían las cisternas. La cisterna de la foto de arriba, pertenece a la más grande de las cisternas de Estambul, se le denomina Cisterna Basílica, y fue construida en el año 532. El nombre de "Basílica" no está claro, tal vez existió una cerca o durante algún corto periodo de tiempo fue utilizado como tal, pero es algo que los historiadores no están entre ellos de acuerdo. Tampoco se aclaran en saber cuanta agua puede albergar en su interior, pero se calcula que entre 80.000 y 100.000 m3, tampoco se sabe el origen de las grandes cabezas de Medusa que hay en la base de dos columnas y el por qué una de ella está boca abajo y la otra ladeada, aunque se cree que tal vez fuese para neutralizar el poder maléfico de su mirada que podía petrificar a quién osara mirarla. Lo cierto es que tiene 143 metros de largo por 65 de ancho, y un total de 336 columnas.

Varias son las fuentes que existen en Estambul, pero hay dos de ellas que son las más famosas, una de ellas tal vez la más popular (sería como la fontana de Trevi de Roma) es ésta de la imagen de arriba, denominada Fuente de Ahmet III, que es considerada la más bella de Estambul. De estilo rococó turco y en cada lado está adornada por una bellísima y fina caligrafía.

Los Mevleví son también más conocidos como Derviches giradores. Se trata de una hermandad o orden que tiene sede en Konya (Turquía), ellos hacen una danza a la vez que meditan girando sobre si mismos con los brazos extendidos y las manos en diferente posición una de otra. La UNESCO declaró la danza de estos Derviches como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2005. En 1.923 Kemal Ataturk prohibió esta danza pero en 1.950 se levantó la prohibición y hoy existen festivales donde se puede admirar esta tradicional danza religiosa denominada Sema.

Estambul, tan mística y agitada, tan exótica e histórica, tan asiática y tan europea, tan musulmana y tan cristiana, tan moderna y tan tradicional, tan tranquila y bulliciosa, tan silenciosa y luego ruidosa, tan bella como espectacular..... Una ciudad que no puede dejar indiferente a nadie, tal vez al principio desconcierta pero no cuesta coger su ritmo, el retumbar de la llamada a la oración que hace eco por toda la ciudad, dándole ese toque mágico y espiritual, el olor de especies, las discusiones de sus vendedores, su comida tan especial, sus gentes tan amables, los paseos en barco por el Bósforo, sus magníficas puestas de sol....
Constantinopla, Bizancio, Estambul, la europea y la asiática, el cruce de religiones, de continentes, de historia.... Siempre se deja un trozo de alma, cuando se visita esta ciudad...