FEZ
Subido a un monte cercano, la vista de la tercera ciudad más grande de Marruecos impresiona. Todos los edificios se arremolinan en un caos absoluto de edificios antiguos en los que sobresalen una serie de minaretes de Mezquitas todo ello en un color barro pero que en los minaretes adquieren unas manchas verde, el color del Islam.
Pero a medida que uno se acerca a la ciudad, las cosas se van poniendo ya en orden, un orden en ocasiones con cierto caos por el trasiego de gente entrando y saliendo de los edificios sagrados o por la gran cantidad de gente que transita por sus en principio relativamente anchas calles. Fez está rodeada de una solida muralla que en otros tiempos garantizaban la seguridad de la ciudad, Una vez dentro en sus calles más exteriores podemos encontrar una bella puerta denominada la puerta de Bab Bou Jeloud o también llamada puerta azul, ya que es claramente de ese color por un lado, aunque por el otro el azul cambia a verde. Esta puerta es el acceso principal hacia uno de los lugares más bonitos de esta ciudad santa, su Medina.
Fez es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, las otras son la vecina Meqnés,ó Méquinez, Rabat (hoy capital del país) y Marrakech que tal vez turísticamente sea la más famosa.
Como principal ciudad espiritual del país Fez posee un gran abanico de templos musulmanes, mezquitas y un número importante de Madrazas, que hacen que sea un principal punto de peregrinaje que como objetivo tienen los peregrinos uno de esos templos.
Pero tal vez lo más importante de Fez para los turistas, aunque también para sus habitantes es su Medina que la Unesco la declaró en el año 1,981 "Patrimonio de la Humanidad" y es la mayor del mundo.
Aquí si que empiezan las tortuosas y estrechas calles que nos acompañarán a lo largo de nuestro recorrido donde no será precisamente la compañía del silencio lo que llevaremos a nuestro lado, sino un bullicio que no nos dejará de lado....
...a no ser que nos refugiemos en algunas de sus magníficas mezquitas que iremos viendo durante el recorrido y aunque en sus puertas seguiremos oyendo el gran bullicio de la ciudad, una vez dentro el respeto y el silencio serán por unos momentos nuestros aliados.
Mientras sigamos nuestro camino por la gran Medina veremos importantes detalles arquitectónicos en esta ciudad, pero sin duda las puertas y los magníficos azulejos que hay en las calles nos irán acompañando junto a los gritos de los locales cuando no griten "balak" "balak" y que instintivamente nos harán ponernos a un lado para evitar ser atropellados por cargadas mulas que a golpe de fusta, o motos cargadas de grandes bultos que apenas pueden caber por las calles se abren paso a través del gentío por las estrechas calles de esta Medina.
Una de las atracciones principales de Fez y en concreto de su Medina principal denominada Fez El-Bali (en Fez hay dos Medinas, pero la otra no es tan popular), es sin duda sus cortidurias que dan una nota de color debido a los pequeños estanques de colores a la vez que producen un curioso y no precisamente agradable olor.
Dentro de estas cubas de tierra existe una mezcla de excremento de paloma y una especie de cal que crea estos colores que se impregnarán en las pieles que adquirirán desde aquí su tinte y color. Después de este proceso que durará un tiempo pasará a las manos de los artesanos que fabricarán o bien prendas de abrigo o de marroquinería para darles la forma definitiva antes de poner el producto resultante a la venta.
Desde luego si una imagen nos quedará grabada de Fez será este lugar, donde se puede observar el duro trabajo de los que tiñen las prendas de piel con el color dentro de las cubas, y además se preserva este trabajo que sólo puede pasar de generación en generación.
Una vez fuera de la curtiduría, seguiremos andando por sus calles, algunas más anchas nos darán un poco de respiro, y en ella se vive el misterio de los lugares con más encanto de un país, donde nos dejaremos tentar por las inevitables compras y regateos o por un simple té o algunos dulces.... aquí se puede adquirir prácticamente de todo.
Pero lo más importante es seguir nuestro camino disfrutando de este laberíntico lugar que en principio nos ha chocado, pero que luego poco a poco nos acostumbramos a su caos, se hace cada vez mas amable a esta ciudad que está acostumbrada a seguir pase lo que pase con su trasiego diario y que en más de una ocasión ha tenido algún que otro susto y ha tenido que regenerarse caso de aquel terremoto que la semidestruyó en aquel lejano año de 1,522 pero que en los siguientes años fue poco a poco reconstruida y aquí sigue esperándonos con sus minaretes, casas y calles laberínticas para que nos vayamos perdiendo y encontrando en su vida diaria de bullicio y caos.
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