ZAMORA

ZAMORA

La ciudad de Zamora, es la capital del mismo nombre de la provincia que pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Está ubicada a unos 650 metros sobre el nivel del mar y muy cerca de la frontera con Portugal y es por esta ciudad que pasa el río Duero.

Una de las peculiaridades de esta ciudad es su elevado número de edificios religiosos de estilo románico.  El románico pues predomina en esta ciudad considerada como una de las ciudades españolas con más monumentos románicos. En el caso de la imagen de arriba la iglesia de la Magdalena.

Un total de 22 iglesias de estilo románico posee la ciudad de Zamora. Esta ciudad Castellana, Sobria, Sencilla y lluviosa. Pero las calles zamoranas además de infinidad de edificios religiosos también tienen mucha vida social, especialmente los fines de semana en que la ciudad recibe a mucha gente con ganas de divertirse.

En un lado de su famosa plaza Mayor (lugar de encuentro de los lugareños) y lugar principal en las famosas procesiones de Semana Santa, se encuentra su ayuntamiento. El zamorano vuelve a casa por Navidad, como en todos los lugares, pero también hay una fecha que cala muy hondo para los zamoranos que viven lejos y que intentan a toda costa regresar a casa... se trata de su popular Semana Santa. En esas fechas el ayuntamiento se decora con los pendones de las diferentes cofradias en su fachada.

Y una de las imágenes más famosas de la Semana Santa Zamorana es este paso denominado cinco de copas, que sale de la iglesia de San Juan de Puertanueva en plena plaza mayor a las cinco de la madrugada (si el tiempo lo permite) con su célebre baile, con los acordes de la marcha fúnebre de Thalberg que se ha convertido en una especie de himno no oficial de la ciudad y que todo zamorano bien conoce.

Pero sólo hay una cosa que puede detener las famosas procesiones, es por ello que todos los zamoranos que visten de nazareno miran al cielo, tal vez no por devoción sino por que esa temida y tan frecuente lluvia que aparece en primavera, hace que muy a menudo algunas procesiones no salgan. Pero cuando lo hacen encogen el alma del espectador o visitante.

Pero si la imagen del cinco de picas es famosa, la más querida de las imágenes es esa Virgen de la Soledad, que caracteriza la ciudad y la acoge como símbolo de la misma. Aparece en casi todos los souvenirs de la ciudad. Se ha convertido en la imagen más apreciada y querida de Zamora y de mucha gente de fuera. Sencilla, sobria y tan castellana que es precisamente su discreción y sencillez lo que llama la atención de ella. Tanto es así, que el viernes santo sale con muchas imágenes mucho más imponentes que ella, y en un momento dado todas se ponen en un lado y al paso de "la soledad" como popularmente se le conoce las grandes imágenes se inclinan a su paso como señal de reverencia y respeto. No hay Zamorano ni Zamorana que no se emocione al ver en la calle a esta imagen que el sábado santo vuelve a salir haciendo gala de su nombre en total soledad y totalmente vestida de riguroso negro.

En Zamora es tanta la devoción por la semana santa que los grandes pasos no abarcan lugar en las iglesias, y eso que hay tantas.... pero no suficientes para colocar a todos los pasos de la semana santa. Por eso existe un museo de Semana Santa, muy impresionante y de grandes dimensiones donde se pueden ver representadas las principales secuencias de dolor de esa festividad.

Incluso alguna muy célebre como el descendido que es obra del gran escultor Mariano Benlliure, pero existen muchas otras que aquí no nos caben. Si el visitante por culpa de la lluvia no puede verlas en la calle ó si éste no va en fechas de semana santa siempre puede verlos en el Museo donde suelen terminar o empezar algunas de las procesiones.

En la plaza de Santa María que es la plaza próxima al Museo de Semana Santa de Zamora se encuentra una simpática estatua de bronce colocada allí en el año 1.994. Se trata de una figura muy importante en la Semana Santa de Zamora denominada "el barandales". Su forma de vestir es característica aunque suele llevar los mismos colores que la cofradía. Cada Cofradía tiene uno y con dos campanas (una en cada mano) y al principio de toda procesión va anunciando la llegada de ésta.

Pero el del Barandales no es el único monumento que la ciudad dedica a su famosa Semana Santa, sino que además en plena Plaza Mayor se yergue casi arrogante la figura del Merlú que se inauguró en 1.996. De hecho el Merlú son dos personas pertenecientes a una cofradía de Jesús Nazareno y son seis parejas de Merlú son los encargados en la madrugada del Viernes Santo a ir por la ciudad anunciando a los penitentes la inminente salida de la procesión. Cuando esa cofradía hace sus asambleas también son llamados los participantes a través del Merlú.

Y por la noche, no es excepción. Las imágenes pasan por las principales calles de la ciudad, aunque el lugar por excelencia para verlas es la Plaza Mayor donde justo enfrente de la Iglesia de San Juan, van pasando los pasos a los ritmos lentos que marcan las diferentes bandas de música que acompañan a las imágenes y a los nazarenos.
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La plaza de Viriato está a poca distancia de la Plaza Mayor y justo enfrente está situado el Parador de Zamora. También en ella se encuentra la Diputación Provincial que es el antiguo Hospital de la Encarnación. Aunque la plaza no tenía esta denominación fue en 1.904 cuando colocaron la estatua del pastor lusitano que luchó contra el imperio romano lo que hizo que la plaza se denomine hoy día así.

Una visita inexcusable para el viajante, la catedral del Salvador. Románica por excelencia y sin duda el templo de culto más grande de la ciudad. Lo más sobresaliente del exterior es esa cúpula ó cimborrio románica gallonado que la hace características. En su interior se hallan obras de indudable interés artístico e histórico.

Unas de las grandes joyas de esta catedral son su importante colección de tapices flamencos de los siglos XV y XVI, obras tan importantes y tan desconocidas.

La cúpula románica por su interior, con su curioso y original aspecto. De nuevo la propia Catedral nos recuerda que estamos en la ciudad del románico por excelencia.

Curioso e impactante es este San Cristobal pintado en fresco de esta catedral. Se dice que los peregrinos que llegaban a ella, podían ver como San Cristobal los miraba fijamente.

Zamora al igual que el resto de Castilla y León y algunas otras zonas de España recibe con mucha frecuencia grandes cantidades de cigüeñas que van anidando en los muros más altos de la ciudad.

Zamora también es prolífica en Museos. Uno de ellos es el Museo de Zamora con una gran colección de cuadros, esculturas y temática romana. En ella se conservan mosaicos y pinturas de la Villa Romana de Requejo.

Un detalle de los mosaicos romanos expuestos en el museo.

Encima del rio Duero, existen varios antiguos molinos de agua. Estos molinos antiguamente se utilizaban para moler grano y hacer harina. Estos que vemos en la imagen son los de Aceña de Olivares.

Hoy día estos molinos están en deshuso para la función antigua, aunque hay que celebrar que los zamoranos hayan conservado este magnífico patrimonio del pasado.

Hoy día sirven para exposiciones y centro de interpretación de industrias tradicionales de agua...

Y esta capital de provincia, no podía dejar de tener su propio castillo aunque con orígenes perdidos en el tiempo ya que no se sabe a ciencia cierta cuando se construyó aunque se cree que sería por el siglo XI, aunque de esa época apenas queda nada. Posee varias zonas con arquitectura distinta y es que es aquí donde se ve el paso del tiempo y las diferentes épocas. En todo caso hay dos torres que desde lo alto de ellas, podemos admirar fantásticas vistas de la ciudad y de la cercan catedral.

Desde el castillo podemos observar la gran cantidad de edificios religiosos que existen en esta ciudad. Sin duda la religión ha hundido muchas raíces en Zamora.

No todo son edificios religiosos, ya que existen numerosos palacios y casas señoriales, huellas inconfundibles de un pasado bastante agraciado para esta ciudad.

Las calles a veces desérticas son un atractivo añadido a esta ciudad. En ellas numerosos comercios o lugares de restauración nos ofrecerán sus afamados vinos, ya que Zamora está a muy pocos kilómetros de Toro, lugar de excelentes vinos zamoranos y también de los arribes del Duero, tal vez no muy conocidos pero excelentes.

Pero miremos por donde miremos, será imposible no ver una iglesia, capilla o ermita, como esta de la iglesia de San Vicente de Zamora una de las iglesias románicas de la ciudad. Su torre se describe como la más airosa y noble torre de románica de Zamora. Se dice que en su púlpito de piedra predicó San Vicente Ferrer en una visita a la ciudad en 1.412.

Pero el arte románico sigue por toda la ciudad en incontables edificios religiosos.

E incluso fuera de la ciudad. Algunas en cierta soledad desde donde podemos admirar la ciudad desde otro punto.

Y como todo arte románico vale la pena a detenerse en las puertas para observar esos detalles, tan antiguos y con tanta historia. Incluso algunos conservan un poco sus antiguos colores, aunque hoy día la mayor parte de los detalles románicos están en la piedra.
Abajo la puerta de la iglesia de San Juan, donde cada Sábado Santo "la soledad" sale por esa puerta tan románica, tan sencilla y tan sobria haciendo perfecto juego con ella. Zamora es una de esas ciudades que una vez conocida queda en el recuerdo.