TRUJILLO
(Cáceres)
La villa de Trujillo es una localidad histórica a relativa poca distancia de la ciudad de Cáceres. Lo que más llama la atención al visitante es la monumental plaza mayor, que está presidida por la estatua en bronce de uno de los más afamados conquistadores del nuevo mundo: Francisco Pizarro. La leyenda dice que en su interior se encuentra la espada con la que pizarro libró sus batallas por tierras americanas.
Esta famosa estatua ecuestre de Francisco Pizarro tiene dos gemelas repartidas en el nuevo continente, una en Buffalo EEUU, y otra en Lima (Perú) que es la ciudad donde falleció y en donde se puede ver su tumba en la catedral de Lima. Esta estatua concreta que vemos aquí en Trujillo había estado expuesta en el Grand Palais de París en una exposición del autor de las tres estatuas ecuestres ya mencionadas. En 1.929 viajó desde París para ubicarse donde la podemos ver ahora, en plena plaza mayor de Trujillo.
La estatua está situada enfrente de la fachada de la iglesia de San Martín en plena plaza mayor de Trujillo, iniciada en el siglo XV y por dentro es evidente el estilo gótico, aunque de una manera sobria y sencilla. En algunas capillas reposan insignes personajes de la ciudad.
El centro de la plaza mayor la preside esta fuente situada justo debajo de la iglesia de San Martin y de la estatua ecuestre y rodeada de todo el conjunto monumental de esta plaza cuyos origenes fueron los artesanos y comerciantes que ocupaban en la antiguedad esta plaza.
Los magníficos edificios de alrededor nos demuestran muchas de las antiguas casas señoriales o pequeños palacios que rodeaban este centro de la villa.
La ciudad nos sorprenderá en nuestro paseo por ella, con empinadas calles que nos llevarán hacia el castillo de Trujillo que está situado encima del promontorio que forma esta población que en el año 1.430 fue proclamada ciudad por el rey Juan II de Castilla. Sus recintos amurallados nos hablan ya de un pasado histórico de esta ciudad con un gran patrimonio histórico, que hoy tiene una población de unos diez mil habitantes.
La iglesia de Santa María la Mayor es tal vez el más magnífico de los numerosos monumentos religiosos que existen en la ciudad de Trujillo. Aunque se realizó en estilo románico en el siglo XIII, se realizaron posteriormente algunas obras en el estilo gótico que hoy podemos admirar.
Trujillo ya fue una población romana dentro de la antigua Emérita Augusta de Lusitania, y posteriormente fue musulmana. Se cree que esta iglesia de Sta. María la Mayor pudo ser construida encima de una antigua mezquita que existía justo en este lugar. En su altar mayor podemos observar un impresionante retablo obra del pintor Fernando Gallego realizado en el año 1.485.
Independientemente del edificio religioso, vale la pena una visita a esta iglesia ya que existe la posibilidad de subir a su campanario y disfrutar de unas espectaculares vistas de Trujillo y sus alrededores. También habría que destacar que como en todas las iglesias de la ciudad existen personajes importantes enterrados en ellas, y en esta en concreto además de haber muchos personajes enterrados con los apellidos de los conquistadores existe una que pertenece a un antiguo militar español llamado Diego García de Paredes y que nació en esta villa y era apodado como "Sansón de Extremadura" y que participó en numerosas hazañas bélicas de su época, y además fue tal su fama que en el capítulo XLIX del Quijote de Cervantes aparece su personaje. En 1.943 esta iglesia fue declarada monumento nacional.
Las vistas desde lo alto del campanario de Santa María la Mayor de Trujillo se extienden hasta incluso fuera de los límites del municipio. Incluso se pueden observar en días claros los montes que en invierno están nevados de los lejanos montes de Monfragüe.
La vida en esta ciudad discurre tranquila, ya que en sus calles apenas hay tránsito, aunque es una ciudad muy visitada durante los fines de semana por numerosos turistas y gente extremeña. Pasear por sus calles es pasear por la historia, por entre paredes de piedra, por rincones del pasado.
Desde lo alto de la torre ya podemos divisar claramente el castillo de Trujillo, esa magnífica fortaleza que durante los tiempos bélicos protegió a todos los habitantes de esta ciudad.
Depende de donde dirigimos la mirada podemos ver a nuestra altura la fortaleza por un lado y por otro la ciudad desde lo alto. Sus techos del color tierra se extienden por toda la colina hacia abajo, formando una alfombra de barro y piedra.
No sólo Francisco Pizarro fue un conquistador de Trujillo, también el célebre Francisco de Orellana nació en esta villa. Este conquistador también tiene su lugar en esta villa, y está dedicada a él una casa museo que es donde nació. Murió a los 35 años por el río Amazonas en un ataque de caribes. Entre otros logros en el nuevo mundo fundó la ciudad de Guayaquil donde también hay un monumento a su memoria. Se cree que ambos Franciscos (Pizarro y Orellana) pudieran tener parentesco y se tratase de primos.
Seguimos subiendo las empinadas calles que nos van a llevar hasta la gran fortaleza de la ciudad, su castillo. Pero podemos disfrutar entretanto de estas antiguas casas que eran construidas en piedra.
Llegando al castillo, ya se nos muestran restos de antiguas murallas y es que aquí en lo alto ya se puede ver otro de los recintos amurallados que se añadieron al castillo en el siglo XV.
Mirando hacia abajo vemos gran cantidad de edificios antiguos de carácter religioso, como algún antiguo convento. Uno de los dos que hay en la imagen de arriba es hoy parador nacional, y es que en Trujillo también existe un parador construido en un antiguo convento.
El Castillo de Trujillo corona un cerro conocido como cabeza del zorro. En su interior se encuentran dos antiquísimos aljibes de la época musulmana. El castillo está construido en granito de sillería.
Encima de su entrada principal existe una imagen de Ntra. Sra. de la Victoria que es la patrona de Trujillo. Este recinto defensivo está lleno de torres, murallas y almenas a lo largo de su extensión formando un conjunto defensivo con un excelente estado de conservación.
Al Birka, es un vocablo árabe, y de allí viene Alberca, una Alberca que tiene sus orígines en la Lusitania romana, aunque también muy usada en el Trujillo árabe como baños árabes. Tiene una profundidad de 13 metros y entre los lugareños existe la creencia de que el agua de este lugar posee propiedades mágicas.
La iglesia de Santiago fue la primera en construirse en la ciudad y hoy día ya no tiene uso religioso, sino es un museo municipal propiedad del ayuntamiento de esta localidad. Se construyó en el siglo XIII en la zona intramuros de la ciudad y sobre una antigua ermita románica. Su interés radica primero por ser el primer edificio religioso de esta ciudad o al menos el más antiguo y por otro lado todavía se pueden apreciar vestigios de la época musulmana.
Otra iglesia que en la actualidad no tiene servicios religiosos es la antigua iglesia de Santo Domingo, es curioso que en Trujillo de Perú existe una iglesia con el mismo nombre. Desde el castillo tenemos unas fantásticas panorámicas de esta iglesia, que aunque en estado ruinoso mantiene un toque romántico.
Es en el siglo XVIII cuando empieza a declinar esta zona de la ciudad, la iglesia se construyó en el siglo XVI
Dando una vuelta por los alrededores de la muralla podemos acceder a ella, aunque está cerrada. En 1.809 con la invasión francesa fue atacada, aunque se celebraron actos religiosos en esta iglesia hasta el año 1.842.
Desde lo alto del cerro habíamos previamente visto el parador (antiguo convento), ahora una vez terminada la visita a la parte alta nos toca la parte baja y sus conventos, edifcios religiosos, casas señoriales, iglesias etc. Aquí podemos observar el patio principal del parador de turismo de Trujillo.
Un paseo por sus calles, a la hora del atardecer es una delicia, viendo como las sombras del pasado se reflejan en las piedras antiguas de esta ciudad que se va tiñendo de ocre a medida que el sol se apaga. Las calles igual de silenciosas y tranquilas dan un toque mágico al silencio de tanta piedra, tanto edificio histórico y a uno no le extraña que esta villa sea candidata a ser la próxima ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, ya que su candidatura está en estudio. Por tanto mientras las cigüeñas nos despiden desde lo alto de las iglesias de esta villa, posiblemente pronto nos encontremos que esta ciudad junto a otras de España pronto sea Patrimonio de la Humanidad con pleno derecho.
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