BESALÚ

BESALÚ Pueblo medieval de Gerona

Es evidente e innegable el pasado románico de esta sorprendente localidad gerundense que pertenece a la comarca de La Garrotxa

Varias iglesias de la localidad han permanecido con su innegable huella románica a través de los tiempos.

Una de las iglesias con más marcado acento arquitectónico románico es la de Sant Vicent (siglo X) y la del monasterio San Pedro (Siglo XII) ó el del hospital de Sant Juliá (Siglo XII).

Tanto interior como exteriormente es sorprendente la buena conservación de dichos templos que con el trazado incluso actual de nuevas construcciones y su impresionante puente medieval han hecho que esta localidad conserve su románico auténtico con una arquitectura general de marcado acento medieval.

Es por ello que esta localidad es meta de muchos tours turísticos de la vecina Francia y de la propia España o Cataluña, donde hacen de este antiguo condado objetivo principal de sus visitas turísticas e históricas por la zona.

Bisuldunum es el nombre original de indudable origen musulman, de esta ciudad que históricamente ha protagonizado varios episodios a lo largo de su dilatada historia.

Fueron las tropas carolingias las que liberaron de los musulmanes a esta ciudad que en el año 785 se convirtió en capital de la comarca.

En Besalú existen unos antiguos baños judios, que han sido los únicos descubiertos en la península ibérica.

Besalú en el primer fin de semana de Septiembre se transforma nuevamente en la antigua capital del condado con su fiesta medieval.

Los ríos Capedalles y Fluviá son los encargados de llevar a este lugar un toque exhuberante de naturaleza y con la excusa de los puentes, otorgar tal vez el toque más bonito a esta villa. La de su imponente puente románico del siglo XI.

Fué en 1.966 cuando Besalú fué considerada como Conjunto Histórico Artístico y hoy es nucleo turístico donde se siguen desarrollando hallazgos e investigaciones de tipo histórico.

Pasear por sus calles es hacer parar por unos instantes el tiempo.

Pasear por sus calles es una delicia, ya que la arquitectura actual no desentona con el caracter medieval de la localidad.

Sin duda la mas bella estampa de esta ciudad lo constituye el puente románico de la villa que está sostenido sobre siete arcos.

El Portal del Pont, es la torre fortificada que existe a medio camino del puente.

Este puente no ha sido ajeno a modificaciones posteriores incluso en la época medieval en la que se modificó su trazado.

Lo realmente curioso de este visitado y frecuentado puente es que los pilares de los arcos descansan sobre rocas prominentes del río que le hacen de magníficos soportes.

El puente mide la nada despreciable cifra de 105 metros de longitud, mientras que el torreón se yergue orgulloso hasta una altitud de 30 metros.

En la guerra civil este puente fué dinamitado parcialmente y tuvo que rehabilitarse parcialmente, aunque (todo hay que decirlo) se ha hecho siguiendo muy fidedignamente los cánones del antiguo puente. Por tanto existe mucho todavía del original del siglo XI.

En definitiva un pueblo antigua capital de condado que llegó incluso a ser independiente, donde es imprescindible hacer una visita. La comarca y los alrededores son dignos de una visita mucho más detenida. El lago de Banyoles y Olot están muy cerca y además el frío que llega a esta comarca proviene con la tramontana de los cercanos pirineos, donde se puede acceder muy facilmente ya que están a relativamente corta distancia.

En definitiva un pueblo para disfrutar.

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